viernes, 27 de mayo de 2011

061. Volver a sentir

Las sábanas se siguen arrugando tan sólo en mi lado de la cama. Cada noche, mi cuerpo desnudo se tumba, gira de un lado a otro y termina abrazando la almohada. Estos brazos estaban acostumbrados a tener sustento, a buscar un compañero que me lleve a esos sueños, a empezar a soñar antes de cerrar los ojos.

Me despierto en la noche, bebo agua y miro la otra almohada, bien colocada, sin arrugar. Cierro los ojos con fuerza obligándome a evadirme y volver con mi fiel Morfeo.

Y es así al despertarme, al mirar las nulas llamadas o mensajes en el móvil por la mañana. Al comer, o al llegar a casa, cansado, con ganas de compartir muchas cosas. Solo.

Hace tiempo que no hago la cama. Total, sólo se arruga un lado de las sábanas. El otro sigue liso y colocado. Y frío. Al final, las cosas que se dejan sin tocar se quedan frías. Yo mismo lo estoy, y lo peor es el temor de que una simple llamita no sea capaz de calentarme.

3 comentarios:

  1. Te calentará un llamón que ni Nerón pueda imaginar. Ya verás como llega.

    Besunos!

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  2. Hola, hace tiempo que te leo, a menudo entro por aqui a por mi dosis de tus palabras que muchas veces comparto. Me he decidido a escribir porque ya hace un tiempo que entro y sigo viendo ésta entrada, la que me ha dejado un sabor algo amargo. Que sepas que me ha llegado hondo, tal vez porque, sin querer reconocerlo, me pasa y pienso igual que tú.
    Estoy de acuerdo con Inna, ya verás como llega.
    Cuando vuelvas a escribir(espero que sea pronto)nos tienes que sacar una sonrisa..Te deseo todo lo mejor,un abrazo!

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