miércoles, 9 de enero de 2013

115. Dónde van con ese sueldo



Esta vez no voy a hablar de los que peor lo pasan en este país, los (cada vez más numerosos) parados, gente que no tiene ni para llegar a fin de mes y que tienen casi que rogar al Gobierno que amplíe la ayuda de los 400€; o los que definitivamente se tienen que ir del país al ver reducidas sus posibilidades a cero.

Hoy me refiero más a algunos "afortunados" que cuentan con trabajo. Pero a quienes el sistema está alienando de tal forma que aceptan ser explotados por miedo a perder el trabajo, o critican a quienes ganan más. Continuamente (y cada vez más), se dan este tipo de casos:

· Ataque a funcionarios. Se ve de forma totalmente natural que, en época de recortes, se les quite la paga extra de diciembre (es decir, rebaja del sueldo) a todos los funcionarios, además de otras rebajas directa de salarios. Total, "son unos privilegiados, que ganan una pasta y no hacen nada". En primer lugar, lo que se aprecia ahí es simple: ENVIDIA. En este país tendemos a atacar a los demás antes de mirar nuestra propia situación. ¿Por qué no, en lugar de atacar a quienes tienen un sueldo fijo y en mejores condiciones, luchamos mejor por conseguirlo para nosotros mismos? Porque no son precisamente privilegiados; más bien mileuristas. La gran mayoría no supera los 1500 euros al mes. ¿Te parece mucho porque tú cada vez cobras menos? Creo que será más lógico entonces luchar por recuperar tu nivel adquisitivo antes de atacar a quien lo mantiene; o enfadarse con los millones que se embolsan los directivos bancarios. Pero lo fácil es criticar a quien aún (a duras penas) se mantiene con un sueldo decente. Y recordemos que los funcionarios no son sólo esos de ventanilla que se marchan a las 11 a por un café de una hora; son los policías, los médicos de cabecera, los bomberos, los profesores... Y respecto al número, estamos muy por debajo respecto a otros países europeos en cuanto a funcionarios por habitante.

· Aceptar ser explotado, y criticar al que no lo acepta. En relación a lo anterior, veo numerosos casos de gente que continuamente pierde poder adquisitivo, y/o trabaja cada vez más horas, con más estrés y responsabilidad, y siente menos estable su puesto. El empresario hace todo esto, consciente de los tiempos que corren y el MIEDO de los trabajadores a salir del mercado laboral, con la dificultad de volver a entrar en él. Miedo porque hay una familia que mantener o una hipoteca que pagar, y las pocas alternativas que hay. Y cuando alguien se rebela, y quiere dejar de ser explotado y forzar al empresario a una revisión salarial, o buscar un mejor puesto, el trabajador alienado le critica: me han llegado a decir "¿qué se piensan estos ingenieros con esos sueldos?", cuando en España se cobra una mínima parte de lo que se puede ganar en cualquier otro lugar. En el campo de las nuevas tecnologías, si miramos lo que se cobra, por ejemplo, en Estados Unidos, nos asustamos.

Y la principal culpa de todo esto no es del español medio, envidioso él de todo aquel que tenga una casa más grande o un mejor coche, sino de toda esta escoria que nos gobierna, que permite que empresarios sin escrúpulos puedan forzar la maquinaria y ahogar cada vez más al currito de a pie. Y luego dicen que las manifestaciones "molestan". De momento, es la forma que tenemos para protestar por todo esto. Y ojo, que como la gente se harte, podrá ser mucho peor.
Si despertamos, claro. Y nos damos cuenta de que ya no habrá nadie a quien tener envidia.