martes, 27 de octubre de 2015

152. Y por fin, Podemos se comió a Equo



Equo está sometiendo a votación el "acuerdo" que Podemos ha enviado al partido para su "incorporación". Es un "lo tomas o lo dejas", nada de negociación o acuerdo, al menos de manera transparente a las bases. No mucho que reprochar a Podemos, es su forma de funcionamiento habitual, y las condiciones se ajustan al peso de cada partido (casi 10 veces más intención de voto de uno respecto a otro).
Pero estas son algunas de las condiciones que como afiliado de Equo no podría aceptar (ya sabéis que acabo de dejar de serlo):

1. Juan López de Uralde será cabeza de lista en provincia de Álava al Congreso. -> Vamos, ni primarias ni nada. Volvemos a los "fichajes" al estilo PSOE, las colocaciones a dedo. Juantxo ha sido elegido por las bases de Equo para ser cabeza por Madrid, no por las bases de Podemos. Esto suena al famoso "baile de sillas" y que por tener un puesto vale cualquier cosa.

2. Posibilidad de incorporar al programa electoral con el que se concurre a las elecciones aspectos y puntos del programa de EQUO. -> Vamos, nada concreto. No se sabe el qué ni cómo se incorporará (de nuevo, ¿se consulta a las bases acerca del programa, o se hace por un comité basándose en un "porcentaje" de propuestas?).

3. Participación de Juantxo de la parte del programa de sostenibilidad con el que Podemos concurre a las Elecciones Generales. -> Igual que el punto anterior: Juantxo, no las bases. Además, recordemos que la visión de Equo es global, una solución "verde" a la situación económica, no se limita a un área. Visiones como el empleo verde no se tienen ni en cuenta.

4. En la provincia de Madrid: incorporación de una persona en un puesto de relevancia política y visibilidad social (al menos 1 en un puesto anterior al 15 y 3 en el conjunto de la lista por Madrid). -> Aparte de lo vago de la propuesta, es una vuelta a lo de las cuotas y los números, en lugar de las primarias.

5. Rosa Martínez tendrá una alta visibilidad en la campaña. -> ¿Como Equo o como Podemos? Visto el punto (7), parece claro que el nombre de Equo estará tan diluido como en el caso del diputado autonómico de Equo en Madrid, que es Podemos a todos los efectos. Visibilidad cero.

6. Incorporación de personas candidatas de EQUO en las siguientes circunscripciones y con los siguientes puestos: - -> Vacío. Por concretar. Vamos, que se vota algo que no se sabe aún.

7 . EQUO podrá tener su propia cartelería. En los carteles de Podemos no aparecerá el logo de EQUO. -> ¿Alguna duda aún de que es absorción, y por tanto muerte de Equo? ¿Para qué servirá la "cartelería de Equo" más que para pedir voto a Podemos, que es lo que se verá en las papeletas?

8. La fórmula jurídica será la de partido político, en este caso Podemos. No habrá coalición ni estatal ni en ningún territorio. -> Creo recordar que las bases de Equo votaron confluencia, coalición. Ahora Podemos impone que no sea así, y se acepta.

9. A concretar la posibilidad de que haya espacios o personas de referencia para el trabajo post-elecciones de seguimiento. -> De nuevo sin concretar.


¿Que Equo no tendría posibilidades yendo por separado? Probablemente. Por eso se apostó por las confluencias. ¿Es la solución disolverse en otro partido con el que no comparte las formas ni buena parte del programa? Ya sabéis mi opinión.
Equo ya sí que camina en este camino sin retorno a la desaparición. Con unos cuantos colocados en Podemos para tratar de darle un toque verde a ese morado.

viernes, 16 de octubre de 2015

151. Rachas


Desde hace unos años, vengo mejorando bastante mi forma de ver la vida. Ahora, al contrario que pasaba antes, tiendo a ser bastante optimista y positivo. Trato de encontrar siempre el lado bueno de las cosas, y animo a la gente de mi alrededor a hacerlo. Incluso en las situaciones más adversas, trato de poner el foco siempre en el horizonte, en esa meta que no quizá no llegue pero a la que me dirijo, para no perder el camino y no quedarme atascado en las piedras que me encuentro.

Esto venía siendo así... hasta ahora. He encontrado la excepción a la regla, y tiene 5 letras: SALUD. Soy muy mal paciente, además de hipocondríaco. No soporto estar malo. Y parece que este año 2015 ese famoso deseo de Año Nuevo de "que tengamos salud" no ha sido escuchado en mi caso.

Especialmente en esta segunda mitad de año se me ha juntado todo. No quiero dar detalles, pero tener dolor en diversas partes del cuerpo, visitar a unos 6 especialistas, estar en Urgencias, someterme a varias pruebas médicas y pasar hasta (posiblemente) 3 veces por quirófano en estos meses, me está minando la moral. No tengo nada especialmente grave, pero el "estar siempre malo", el notar dolor y, sobre todo, el no saber el origen de algunas de mis molestias (hasta hace poco), me ponían una nube negra encima que ha provocado momentos de (mucho) bajón. Complementado además, aparte de mí, con temas médicos y veterinarios a mi alrededor.

Y es mi gente, como siempre, la que me resulta imprescindible para llevar esto. No hace falta hablar del tema, no dar detalles, pero sí estar ahí, salir, organizar comidas en casa, reírnos con alguna peli. Y olvidarse de pruebas, operaciones, dolores y pastillas.

Pasado lo peor, y los ánimos volviendo, ya sólo queda recobrar el ritmo normal de vida. Que aún es pronto para caducar ;-)

martes, 6 de octubre de 2015

150. Equo, fin de etapa


Desde hace más de cuatro años vengo siguiendo la evolución de Equo, desde antes incluso de que aquel proyecto de Juantxo tuviese nombre. Y lo he hecho porque, por primera vez en mi vida, veía reflejado en un proyecto político mi forma de ver las cosas. "Sí, así es como debería ser". Ecología política, transparencia, horizontalidad; dejar de asumir que las cosas tienen que ser de una determinada forma, que los poderosos siempre lo serán o que tenemos que conformarnos con lo que hay. Unas ideas que encajaban muy bien con el espíritu del 15-M que vino después.

Pero apareció Podemos. Un partido que comparte parte de esas ideas "quincemayeras": radicalidad democrática, limpieza en las instituciones, dar de comer a los niños en los comedores antes de pagarles viajes de lujo a los ministros; y, sobre todo, supo captar ese voto de rabia, de indignación, que Equo no supo (y no pudo) captar. Pero Podemos no es Equo. La ecología, verdadera llave del cambio, no es prioritaria en su discurso. Y, sobre todo, no representa al cambio. Es vieja política disfrazada de nueva. Elecciones preconfiguradas disfrazadas de primarias (véase la diferencia entre primarias Equo y primarias Podemos), culto al líder, evitar mojarse en temas que puedan restar votos, y falta de flexibilidad para sumar (por lo visto, todo lo que sea intentar ceder para llegar a un acuerdo es "restar" al proyecto). Y hay un apego a los sillones, al cargo, que asusta: la mayoría de eurodiputados han abandonado (o lo harán, como el propio Iglesias) su escaño en Europa para poder encargarse del partido en su región, traicionando así a los que les votaron y riéndose de la institución europea.

Ante una izquierda amplia (aunque, ojo, Podemos nunca se define como "de izquierda"), el gran acierto es confluir. Sumar para multiplicar. Así lo hizo hace años Izquierda Unida, y así lo hizo Syriza, aquel al que tanto dice parecerse Podemos, pero del cual deberían aprender algunas cosas.
Sin embargo, ante el escenario de confluencia, Podemos es bastante inflexible y no la permite. Y empieza el choque de egos, el repartir cargos, las primarias dirigidas y demás mierdas.

Y, volviendo a Equo, se le plantean dos escenarios: de confluencia, como Ahora Madrid (todo un acierto), o de subordinación, como ocurrió en varias comunidades autónomas. Y ese escenario se ha planteado a los afiliados. Y la mayoría ha optado por "acercarse" a Podemos, lo cual en la práctica viene a ser, como sucedió en Madrid, ser absorbidos por los morados. En Madrid hay un diputado regional de Equo, sí, pero ¿alguien fuera del partido lo sabe? Se ha silenciado al partido y por tanto sus ideas.

Y es por esto que he decidido dejar Equo. No quiero ser de Podemos, no creo en ese proyecto como para pertenecer a él. Y, en la práctica, es por lo que ha optado la afiliación de Equo. No soy el único, somos muchos los ecologistas convencidos que dejamos este proyecto. Y me duele, mucho.

Soy de los que creen que las cosas hay que cambiarlas desde dentro, no quejarse y ya está. Y eso llevo haciendo años. Pero está claro, viendo los resultados de la consulta interna, que no estoy en sintonía con la amplia mayoría de la gente. Así que no tiene sentido que siga dedicando mi dinero y mi esfuerzo a ello. Lo haré por mis ideas. Pero no por este partido.

¿Quiere esto decir que paso de la política? Ni mucho menos. Mi nivel de exigencia será incluso mayor. ¿Y votaré a Podemos-Equo? Pues a lo mejor. Pero, como hice hace años con IU, por el hecho de que los demás son mucho peores, y porque no puedo permitir que esa gentuza neoliberal en el poder siga destrozando el país. Se acabó el votar con ilusión, el ser un orgulloso apoderado de un proyecto del que forme parte.

Fin de una etapa.