sábado, 21 de mayo de 2011

059. De #spanishRevolution a #worldRevolution

Ya hablé aquí sobre las primeras impresiones de las manifestaciones del #15M en Madrid y otras ciudades de España.

Esto, quién lo diría, ha desembocado en una ola de protestas, no sólo en España, sino poco a poco en todo el mundo. Decenas de países se han sumado con protestas que amenazan con ampliarse y hacerse oír cada vez más. Porque ni siquiera los organizadores de la manifestación o los primeros que decidieron acampar tras ella podían imaginarse la respuesta ciudadana. Mucho hemos tardado; de hecho, muchos se preguntaban qué le pasaba a la sociedad española, a la juventud, que con un 45% de paro juvenil seguía sin protestar, frente a otros países que sí lo hacían como Reino Unido, Francia o Grecia. Pero se ha demostrado que ahí estamos, que la sociedad está indignada. Indignada por políticos que se olvidan de los ciudadanos, por rendirnos a los mercados, por la cultura del capital, por la ley electoral injusta, por las viviendas inaccesibles, por los privilegios en pleno siglo XXI.

Lo que quería con este post, simplemente, era mostrar mi orgullo y mi emoción por todo esto que estamos viviendo. Porque se ha demostrado que la gente responde, que la gente está ahí. No son sólo jóvenes, ni antisistemas, ni comunistas... Son padres de familia, son jubilados, son parados, son ejecutivos, son adolescentes. Es gente que está harta de que se rían de nosotros y que quiere una verdadera democracia.

También se ha visto que no es necesario que haya una organización o partido detrás. Es absolutamente increíble lo bien que se ha autorregulado todo, formándose comisiones, campamentos, gente ofreciendo ayuda, comida, colaboración. Todos cooperan, y todos de forma pacífica. Porque si algo sorprende a ciertos políticos y medios, es que ni se ha convertido en botellón ni en estallidos violentos. Porque la verdadera democracia es pacífica. Es paz.

Y me estremecí por dentro, y hasta ganas de llorar aparecieron, anoche en el silencio de la Puerta del Sol mientras sonaban las campanadas y el estallido posterior, o las llaves agitadas al viendo formando un ruido uniforme. O recorrer todo el centro de Madrid, no sólo Sol sino las plazas adyacentes, llenas de grupos de gente DEBATIENDO, sí, debatiendo y no de botellón. Y mucha emoción al ver en las noticias que es un sentimiento compartido a muchos kilómetros de distancia, en otras ciudades u otros países, pidiendo lo mismo, y de la misma forma pacífica.

Estoy orgulloso de estar viviendo esto, de nuestra particular revolución, de nuestros sueños, que le contaremos a las siguientes generaciones y podremos decir "yo estuve allí". Mirad este vídeo, que me ha encantado:



Y todo esto no ha hecho más que empezar. De estas reuniones y acampadas no va a salir la solución a nuestros problemas, pero sí es el inicio de algo grande. De algo que se tiene que ir haciendo pasito a pasito. Y que tiene el próximo domingo 22 un gran hito. Las elecciones. Porque no tiene nada que ver con la "ley Sinde" o las tropas de Afganistán. Tiene que ver con una forma de hacer política, con renovar el sistema, ponerlo patas arriba. Perder el miedo a que ganen "los malos" y vendernos a "los menos malos". Hacerte oír. Votar a la tercera o cuarta fuerza, a la que te dé la gana, pero a algún partido (que los hay) que permita modificar el sistema desde dentro. Porque así se hacen las cosas.

El domingo #22M , ¡todos a votar!

No des nada por supuesto, TODO es posible. Porque nosotros tenemos la fuerza ;-)


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