domingo, 13 de diciembre de 2009

005. Más valientes

Porque no hay que permitir que se vaya la fuerza por la boca. Porque parece que, en los corrillos y entre amiguetes, es muy fácil elevar la voz. Pero es cuando tenemos el poder en nuestra mano, cuando más deberíamos elevar esa voz.

Porque nadie ha sido tan valiente en ningún gobierno democrático desde la Transición como para plantarle cara a Marruecos por lo del Sáhara. Porque ningún país de los considerados progresistas y tolerantes condena la actitud abiertamente homófoba y retrógrada de otro estado como es El Vaticano. Porque nadie tiene los cojones de quitar privilegios fiscales a la Conferencia Episcopal. Porque nadie le planta cara a los EE.UU. cuando comete violaciones de los Derechos Humanos. Porque ningún Gobierno se compromete realmente con la cumbre climática.


Pasad una gran semana, ¡la mía se presenta llena de planes!

En este domingo, mi admiración a Aminetu Haidar.

3 comentarios:

  1. Me ha encantado la entrevista a Haidar, aunque me ha puesto los pelos de punta. Qué ejemplo de lucha, de tesón, de fuerza de voluntad para aguantar esa situación en pro de lo que es justo, y más tomando como referencia todas las cosas por las que ha tenido que pasar. Y en vez de aceptar la nacionalidad española, prosigue con su lucha sin rendirse... y sin comer.

    Esto aporta perspectiva para los que nos quejamos demasiado de nuestras pequeñas tonterías.


    Besazo!

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  2. Yo es un tema que sigo sin controlar, al igual que todo lo que sucede con Somalia y sus secuestros, que supongo la mitad serán invenciones.

    Y lo del vaticano - ex estados pontificios y demás, ya es otra historia, claro. (Qué triste mi vida, que aún me enteré el otro día del porqué de la existencia del celibato a partir del año 1000 y algo.)Si todavía se conserva esa jerarquía en los estados. Dirán que esto no es el absolutismo, pero bueno, a mí hay cosas que me dejan loca.

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  3. Publiqué un enlace hace tiempo sobre con un reportaje sobre los "piratas" de Somalia, ofreciendo la otra visión. La de los locales, a los que arrasaban su pesca y ahora, gracias a esos "piratas" que alejan a los europeos, vuelven a tener pesca y ganan mogollón de dinero.

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