Hoy ha anunciado el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que no se presentará a las elecciones generales de 2012. No es ninguna sorpresa, él mismo dejó caer que dos legislaturas son suficientes para un presidente, aunque como buen político, no lo afirmó rotundamente.
Como ya he comentado en anteriores entradas del blog, en esta segunda legislatura ha significado una gran decepción para mí, y para muchos votantes de izquierdas, que han comprobado una vez más cómo se aleja su partido de esa posición. Medidas liberales, rendición a los mercados y a la industria, han empañado su labor y conseguido que su mandato pase a la historia con nota negativa y una sensación amarga.
Como digo, me ha decepcionado en muchas cosas, y ha traicionado a muchos. Pero no estoy en absoluto de acuerdo con las opiniones de que ha sido el peor presidente de la democracia, o que ha sido un inútil, o que han supuesto 8 años negros. Porque este ha sido el Gobierno, al menos en la primera legislatura, de las medidas sociales. Del matrimonio homosexual, de la Ley de Dependencia, de la Ley del Aborto, y de mil cosas que no tienen tanto eco mediático pero han supuesto mejorar la calidad de vida de mucha gente, como refleja Juan José Millás en este estupendo artículo.
Y entre todas las leyes que han marcado sus 7 años, algunas aclamadas, otras regulares y alguna nefasta, hoy quiero, necesito, destacar una ley fundamental. Algo necesario, muy valiente, y por el que todos (de cualquier orientación sexual) debemos estar muy agradecidos: la ley que regula el matrimonio homosexual. Un paso decisivo (que no único) para acabar con la discriminación histórica de todo un colectivo. Y que tuvo un discurso emocionante:
[...]
Un pequeño cambio en la letra que acarrea un cambio inmenso en las vidas de
miles de compatriotas. No estamos legislando, señorías, para gentes remotas y
extrañas. Estamos ampliando las oportunidades de felicidad para nuestros
vecinos, para nuestros compañeros de trabajo, para nuestros amigos, para
nuestros familiares.
Y a la vez estamos construyendo un país más decente. Porque una sociedad
decente es aquella que no humilla a sus miembros.
[...]
Por esto, gracias Zapatero.
Estoy muy en línea con tu comentario. Hay muchas cosas que recordar de este gobierno, y otras tantas que olvidar.
ResponderEliminarPor cierto, que sepas que por tu culpa le he pegado un manotazo al monitor pensando que tenía una araña en la pantalla.
jajajaja lo del bicho funciona! :D
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