jueves, 2 de febrero de 2012

083. Paro



España tiene una población de casi 50 millones de habitantes. Según los últimos datos del paro, están trabajando menos de 17 millones. Eso, se coja por donde se coja, es insostenible. Más allá del drama del paro, y de la incapacidad del sistema actual para generar empleo de calidad, deberíamos reflexionar.

No salen las cuentas. Esos datos no reflejan la realidad. 17 millones no pueden pagar subsidios y pensiones dignos al resto, más aún cuando los sueldos (y por tanto las cotizaciones) en este país son considerablemente inferiores a países de nuestro entorno.

Así que, sencillamente, esos datos son falsos.

Que existe precariedad en el empleo es algo obvio, todos lo sufrimos o conocemos casos en nuestro entorno. Pero esa precariedad llega a tal extremo y descontrol que permite que florezcan los empleos "en negro", los contratos verbales, los "trabajitos" ocultos de cara al Estado. Empresarios que se aprovechan de la desesperación de mucha gente por trabajar para evitar firmar contratos y pagar Seguridad Social. Y curritos (que también los hay) que prefieren esa forma de trabajar, sin seguridad ni protección, con tal de no pagar impuestos, para que el mísero sueldo no se vea reducido aún más. Así que no trabajan 17 millones; puede que esté trabajando el doble de gente.

De nada nos valen ajustes, reformas laborales, incluso modelos productivos, si no se cumple la regla básica: respetar las leyes, las reglas del juego. Si ya es un clamor que se debería (y no se hace) perseguir el fraude fiscal, porque los que más deberían aportar son los que más "trucos" hacen para evitarlo, también debería perseguirse esa forma de trabajo indigna, insolidaria e ilegal. No interesa a los "partidos grandes", por lo visto, ni a patronal ni a sindicatos; todos parecen aceptar la situación que nos acerca más a una república bananera que a Europa.

Mucho se ha luchado durante años para conseguir derechos para los trabajadores. Y, si nos despistamos, estos terminarán desapareciendo. Y es labor de todos evitarlo. No me creo que sea tan difícil localizar trabajadores que reciben dinero en un sobre, o empresarios que no tienen a sus trabajadores en nómina. Falta voluntad política. Pero no vale con decir "la culpa es de los políticos" y seguir viendo el fútbol en la tele tan tranquilos. Pan y circo, señores.



[Imagen: El Roto, El País]



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