jueves, 29 de diciembre de 2011

081. 2011




Este ha sido un año raro. Raro porque, por un lado, se ha pasado muy rápido. De hecho, no me he acostumbrado a los 31 años (ahora dudo si me preguntan la edad) y estoy a punto de cumplir 32.
Y por otro lado, ha sido un poco montaña rusa en el lado sentimental. Ha sido el año en que, tras mi año diez, mi corazón se ha vuelto a romper un poco... Fue un duro comienzo de año, con una celebración de cumple un tanto difícil. No fue la única vez que me tocaría pasarlo un poco mal por la estúpida manía de mi corazoncito de acelerarse fácilmente. A veces me planteo las ventajas que tendría ser una piedra. Bueno, soy así, y así sigo, ya he renunciado a cambiar eso.

Si el año 10 fue el de mi piso nuevo, este ha sido el de la mudanza definitiva. La emoción de pasar allí esa primera noche, esa mezcla de soledad y nervios, difícilmente se me olvidará. Mi vida ha cambiado totalmente en ese aspecto, para bien.

2011, año en que tímidamente han vuelto los viajes a mi vida. La crisis económica (la mía personal) ha hecho mella, pero aún así me pude permitir una nueva escapada a Londres, y un verano con vacaciones bastante atípicas para mí (relax en un hotelazo con SPA y buffet en la costa andaluza, ¡benditas ofertas de internet!). Empecé el año con un concierto de Amaral y lo cierro con otro. Ambas cosas volverán en 2012, los viajes (Londres de nuevo, Edimburgo y Lisboa, al menos) y los conciertos (Bruce en el Bernabéu como plato fuerte).

También volverán en 2012 las bodas. Dos tendré, seguiditas en verano, como en verano tuve este año una boda, de chaqué cómo no.

Y 2011 ha supuesto también la entrada en mi vida de nueva gente. Tuiteros, compañeros de curro y amigos de amigos han venido a ampliar mis círculos sociales y a hacerme disfrutar un pelín más de la vida, ya de por sí bastante animada ^^ No menciono a nadie, porque saben quiénes son, pero algún ecoguay, un amante de los Mensajes Directos de Twitter, y sobre todo el futuRo escRitor han marcado en parte mi 2011. Y sobre todo, saber que mi gente sigue estando ahí; ese "darlo todo" en los buffet del hotel o en el catering de la boda; esas noches en el pueblo; esos paseos por Madrid Río; esas entradas exclusivas en los mejores garitos de la ciudad. Y Noa, no me quiero olvidar de ti.

2011, también el año de Equo. Año de encontrar al fin un proyecto con el que realmente me siento identificado y me permite ilusionarme; un proyecto que me llevó a una forma distinta de vivir unas elecciones, y que me permite ver el negro panorama que tenemos delante con otra perspectiva y esperanzas. Y mucha gente genial en la Red Equo Joven ^^


Como conclusión, un año de subidas y bajadas, muy completo, y muy interesante. Y un 2012 que se presenta cargado de proyectos y de ganas.



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