Primeros días de noviembre. Mañana fresquita, pero soleada. Sol de Otoño. No tienes ninguna obligación este día. Quedo con él y salimos al campo los 2 con el perro. Nos llevamos algo de comida y pasamos el día en el césped, entre hojas secas en el suelo, y aprovechando el ligero calorcito que proporcionan los rayos de sol. No hacemos nada en concreto. Miramos el entorno, los árboles anaranjados, los pájaros machos intentando atraer a las hembras con sus cantos. Comemos fruta. Hablamos. Reímos. Nos abrazamos. Vemos cómo empieza a oscurecer.
Recogemos todo, y volvemos a la ciudad. Ya hace bastante fresquito. Nos vamos corriendo a casa, que estoy solo. Nos duchamos, con el agua bien calentita. Nos preparamos unos chocolates calientes, y nos los tomamos mientras vemos una peli tumbados en el sofá.
Hacemos el amor delicada y pasionalmente a la vez. Ya hubo algo en la ducha antes.
Nos dormimos abrazados en la cama, bien tapaditos con el edredón. Prontito, que al día siguiente hay que hacer cosas.
Pero eso da igual, porque hoy ha sido el día perfecto.
[ Escrito en 09/08/2005 ]
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