Como el domingo es el día de ponerse algo melancólico y reflexivo, me ha dado por pensar esta vez en viajes.
En el pasado y en el futuro.
Alguien me ha comentado que se marcha a París en unos días, y he recordado mis dos viajes allí. Qué genial fue esta subido en la Tour Eiffel y que te lleve el viento, o los crepes con nutella, u observar todo desde el Sacre Coeur. Las cocacolas del Louvre, los cafés a 5 euros, los billetes que perdí del bus al aeropuerto, o las discusiones sobre las ciudades en cuesta.
Y tirando del hilo, veo mis siete viajes a Londres, tan distintos entre sí, de los que ahora me quedo con nuestra famosa escena en la terraza del hostal lavándonos los dientes.
Y las noches en Berlin, los gofres por Bruselas, el "adeus" en Lisboa, o el atardecer en la plaza de España de Roma ^^
Por no hablar de los inolvidables días entre rascacielos neoyorkinos o momentos históricos frente a la Casa Blanca.
Lo que hecho de menos todo esto, chicos. Tengo la impresión de no viajar desde hace siglos. Importa el destino, pero mucho más la compañía.
Y ahí entra el futuro. Futuro inmediato, con escapadas de finde, y a medio plazo, con Amsterdam y La Haya por un lado, y el aún misterioso viaje en verano por otro...
Creo que me he malacostumbrado... Tengo mono.
yo aplaco el mono de viajar recordando que en invierno no mola viajar a ningún lado salvo a Canarias. Una razón más para esperar con ansias la primavera.
ResponderEliminarPd. París es preciosa, pero es muy llana salvo donde no lo es. Eso está claro.
Calla, calla, que yo también tengo muchas ganas, que me da la impresión de que hace siglos desde la última vez. De hecho, creo que fue el viaje a Galicia con Da y Miguel.
ResponderEliminarToni, en invierno se pueden visitar muchos sitios donde hace también buen tiempo y que no están en África. :p