miércoles, 16 de abril de 2014

131. Diógenes digital



Hablando hoy con compañeros de trabajo (sí, soy del aproximadamente 5% de mi empresa que trabaja hoy, miércoles “santo”), hemos visto que pertenecemos a dos grupos radicalmente opuestos: los que mantienen la bandeja de entrada de correo vacía, y los que acumulamos cientos o miles de emails ahí.
El caso ha salido a partir de la bandeja de entrada del correo de la empresa, pero se extiende por supuesto al personal, y a muchos otros aspectos de la vida digital, de la organización en general. Y es que muchos tendemos a sufrir un “síndrome de Diógenes digital”.
Esto es, en realidad, un reflejo de nuestra vida “real”, pero a lo grande. Yo soy capaz de recibir una carta del banco (sí, aún se envían cartas) y dejarla en un estado intermedio entre “leído” (archivado y/o papelera) y “no leído” (en el buzón); esto es, lo dejas en una mesita auxiliar, o en una bandeja de “cosas pendientes de archivar”.
Sí, soy así de desastre, cuando todo debería ser más fácil. Te llega algo; ¿lo lees? lo archivas; ¿no lo vas a leer? lo tiras. Así de simple. Cuesta el mismo esfuerzo dejar un sobre por medio (o cerrar el lector de correo en el ordenador) que tirarlo a la papelera o guardarlo en un cajón.
Y, en el caso digital, es más fácil que nunca con carpetas o etiquetas para localizar correos viejos (de los cuales, por cierto, no leerás nunca más el 99,9%). Y se produce un efecto curioso: los más caóticos con nuestra bandeja de entrada somos los que más categorías o carpetas de archivar tenemos. Algo así como “buenas intenciones”, pero que en realidad es contraproducente. ¿Para qué necesitas carpetas casi idénticas? Archívalo todo en 2 ó 3 categorías, y el buscador se encargará del resto si en un futuro lo necesitas. Así es más cómodo archivar.

Todo es tomarlo como costumbre. Las buenas intenciones las tengo ahí. Quiero una bandeja de entrada con 3 ó 4 emails a lo sumo. Y eso, en mi correo personal especialmente, va a costar un poquito. Pero es mi “propósito de año nuevo” en abril.



1 comentario:

  1. Una cosa importante es ser sincero con uno mismo. Mira ese mail que has dejado "para más tarde". ¿Lo vas a leer de verdad? Seguro que no. Hazte un favor, bórralo o archívalo.

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