Hablando de todo y de nada, cosas serias y coñas varias. Política, humor, música y relatos. Todo cabe aquí.
miércoles, 25 de julio de 2012
102. Sobre la felicidad
¿Somos felices?
Ayer, hablando con un amigo, me comentó que hay gente que realmente no busca la felicidad, que aunque diga lo contrario no aspira a ser feliz e incluso se sentiría incómodo.
Sin embargo, la mayoría sí la buscamos, aunque no siempre la encontramos. De hecho, es quizá el principal sentido de la vida, pues no tendría sentido alguno convertir esto en un valle de lágrimas pese a lo que nos vende alguna religión. Pero, ¿tan difícil es ser feliz? A veces nos parece que así es, pese a que otros lo consiguen fácilmente.
¿Dónde está la diferencia pues? ¿Ha sido acaso la gente feliz más afortunada? ¿Han coincidido una serie de circunstancias que les han llevado a conseguirlo?
No, sería injusto y cobarde depositar la felicidad en factores externos o del azar. El problema está en qué entendemos por felicidad. Y es un problema porque depositamos nuestra felicidad en cosas tan ambiciosas y difíciles como un buen trabajo, una casa en la que estar a gusto, un buen coche, vacaciones en la playa o el dinero. Esas son cosas que, además de depender de factores externos a nosotros (¿delegamos en otros el ser felices?), son muy difíciles de conseguir, más que nada porque van cambiando con el tiempo (siempre habrá un trabajo mejor que el nuestro, o saldrá un nuevo gadget que desearemos olvidando nuestro "viejo" mp3). Esto nos lleva a una infelicidad constante (salpicada por momentos buenos), y es que cuanto más tenemos, más queremos (¿alguien piensa que los ricos son realmente felices?).
¿Dónde depositamos entonces nuestra felicidad? En cosas más simples, en nuestros propios valores, inamovibles, en nuestras líneas rojas que marcamos como guía de vida. Realmente, ¿cómo me siento bien? Puede ser estando en contacto con la naturaleza, o ayudando a la gente de alrededor, o estando relajado hablando conmigo mismo, o practicando deporte, o escribiendo. Cada uno debe saber qué cosas son las que le proporcionan esa paz interior, le llenan y por tanto le hacen ser feliz. Y fijarlas como base. Y, a partir de ahí, vendrá todo lo demás. Aunque no nos lo parezca, todo lo demás es secundario, y disfrutar de ello depende de haber cumplido nuestros principios básicos.
¿Cómo empiezo a ser feliz entonces? Con simples gestos, con actos que respeten nuestros principios y valores, se irá reflejando en el resto de cosas de nuestra vida. Un simple "buenos días" en lugar de un gruñido por las mañanas, preguntar a nuestra pareja por su día antes de hablar nosotros, apagar el móvil un buen rato antes de irse a la cama, dedicarnos un poco más de tiempo por las mañanas... Cosas que estén en consonancia con aquellos principios marcados, que con el tiempo veremos que nos hacen sentir bien. Y una vez conseguido eso, lo demás vendrá rodado. Puede que deseemos un trabajo mejor (o incluso tener trabajo), pero mientras seamos fieles a nuestros valores, sabremos verlo de otra forma y, mientras llegan cosas que puede que no estén en nuestra mano, ser felices. Porque no vale de nada ser infeliz deseando cosas que puede que nunca lleguen, ya sea pareja, trabajo o salud. Yo deseo cosas que no tengo ahora, pero ¿soy infeliz por ello? No, porque mi felicidad no está ahí, sino en cosas más sencillas, que como las cumplo, me permiten ver el resto de otra forma, y disfrutar de mi vida tal y como es.
Inténtalo, permítete a ti mismo ser feliz. Recuerda, la felicidad empieza desde abajo, desde las cosas más simples, no la deposites en el lugar equivocado.
domingo, 8 de julio de 2012
101. Pequeño Da
La vida se puede dividir por etapas. Unas más cortas y otras más largas. Mientras que de algunas, unas pocas, puedes definir claramente su alcance, la mayoría tienen una duración indeterminada. No se puede decir que nada en esta vida sea fijo, todo tiene un comienzo y un final. Lo que nos parece que estará ahí para siempre algún día se irá, y por eso mismo debemos aprovechar al máximo cada minuto, para que al llegar el momento del cambio no nos arrepintamos de lo que hemos dejado de hacer.
Eso de aprovechar al máximo es algo que me ha enseñado mi amigo David. El pequeño Da. Un chico "de pueblo" que llegó a Madrid hace más de 6 años, con su título de ingeniero bajo el brazo (en lugar de gallinas) y unas ganas tremendas de comerse el mundo. Le conocimos en aquella quedada de abril de 2006, casi por casualidad, y quién nos iba a decir que acabaríamos viviendo tantas y tantas cosas juntos.
Tu primer viaje en avión, a Barcelona, seguido de otros tanto vuelos que hemos tenido juntos, como a Bruselas, París, Fráncfort o Nueva York. Es imposible ponerme a resumir ahora todas las cosas que hemos hecho juntos, porque podría estar escribiendo horas, y me dejaría muchas en el tintero. Pero en estos 6 años hemos vivido juntos las inolvidables Noches en Blanco, con nuestras cenas sentados en la calzada de la Gran Vía, tus Madriversarios, la fiesta de la fertilidad castiza, las fiestas de agosto en mi casa, las fiestas chonis, los Orgullos, el Photomaratón, las tardes de Retiro, los picnic, el chino chachi, las pelis de Saw (¡se nos ha quedado el maratón pendiente!), las de Rec, las escapadas a tu pueblo, las noches en casa de Lupi... Y muchas cosas más aún que no menciono.
Y ahora esta etapa llega a su fin. Creo que aún no soy consciente de lo que te voy a echar de menos. Madrid no será lo mismo sin ti.
Sé muy feliz en esta nueva aventura. Te vas a comer tu nueva ciudad, ya lo verás. Y dentro de un tiempo tendrás muchísimas cosas nuevas que contar. Sobre todo, no dejes de ser tú mismo. Porque eres increíble.
Ah, y felicidades ;) Bievenido a la década de los 30 ^^
domingo, 1 de julio de 2012
100. Cien
No pensaba que iba a llegar al post #100 en este blog, cuando lo inicié hace 2 años y medio. Pero así ha sido. 100 entradas que han dado para todo. He hablado de política, he colgado relatos, he puesto música, anuncios, fragmentos de libros, crónicas vacacionales y resúmenes anuales. Viví aquí el principio de una gran relación y su amargo final. He dedicado posts a mis amigos, a mi ex, a Equo y al 15-M. He conectado este blog a Twitter y a mi Facebook. Ha habido entradas improvisadas en unos minutos, y otras curradas durante días. Una de las que recuerdo con más cariño fue la de resumen de mis "veinti", el día que cumplí treinta.
Mis entradas más leídas han sido:
- Las que dediqué a Trending Topics de Twitter (el de Alejandro Sanz y el de Less Ambitious Movies, por eso del posicionamiento en buscadores).
- La que escribí sobre el grupo musical infantil Pato de Goma, que por lo visto es muy conocido en Sudamérica.
- Mi crítica al funcionamiento de muchas empresas.
- Las crónicas sociopolíticas que viví in situ, como el 15M o las elecciones como apoderado de Equo.
- Mi entrada en la que con rabia e impotencia observaba que el Partido Popular conseguía mayorías absolutas sin apenas variar su número de votantes, dato que un tiempo después popularizaron otros conocidos bloggeros con mayor repercusión que servidor.
Y es que soy un blogger sencillo, de público reducido y sin mucha coherencia en la temática del blog. Aún así, gracias a los que leéis, y gracias por vuestros comentarios, aquí y en las redes sociales.
Seguimos.
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